
Rutina de higiene de tu zona íntima
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Recordemos juntas los momentos de la ducha.
Empieza por recordar qué es lo primero que haces al ingresar a la ducha, cuál es la primera parte del cuerpo que lavas, en qué momento aplicas algún skincare del baño, si te gusta escuchar música mientras te duchas o si eres de las que tiene grandes ideas en la ducha y resuelves cantidad de problemas.
¡Espera!
- ¿Fuiste consciente del lavado de tu vulva?
- ¿Lo haces al principio o al final?
- ¿Qué debo hacer después de la ducha?
- ¿Con qué producto limpio mi vulva?
Para ayudarte a incorporar una buena rutina de higiene en tu zona íntima, estos son los pasos que recomendamos:
Antes de la ducha
Es importante determinar con qué producto lavarás tu vulva:
- Solo con agua: es la recomendación de algunas personas especialistas en ginecología. Si ya estás acostumbrada y te funciona, sigue con esta rutina. Tu microbiota ya incorporó la manera de eliminar el cebo, la piel muerta y las bacterias malignas.
- Si eres como yo, que necesito incorporar un limpiador noble con mi vulva, te recomiendo que leas este artículo que te explicará detalladamente cómo elegir el limpiador adecuado para tu momento de vida y tus necesidades: ¿Cómo elegir el jabón íntimo que necesito?
Durante la ducha
- La vulva debe ser la última parte del cuerpo en lavarse. El maquillaje, el lavado del pelo y la piel muerta que removemos de todo el cuerpo puede ir a parar en nuestros labios internos y en el vestíbulo vulvar. Es por esto que lo más recomendado es realizar su lavado de último.
- No utilices ningún elemento para lavar tu vulva: esponjas de fibras o silicona, estropajos, toallitas, dado que éstos pueden alojar bacterias, microbios y hongos que se reproducirán fácilmente por la humedad y se volverán resistentes con el tiempo a jabones y lavados. Así que solo utiliza tus manos, aplicando poca cantidad de limpiador y masajeando suavemente.
- No laves tu vagina, la vagina es el conducto interno que comunica la vulva y el útero, la vagina se lava sola con un buen estado de tu microbiota vaginal (para aprender más de la microbiota haz clic aquí). Solo lava tu vulva, la pelvis y el monte de venus o pubis.
- Enjuaga con abundante agua.
Después de la ducha
- No seques tu vulva con la toalla con la que secas el cuerpo. La toalla muy seguramente fue a la lavadora y ya contiene una carga de hongos y bacterias que tolera muy bien nuestra piel, pero no las mucosas y el vestíbulo de nuestra vulva, lo que puede causar infecciones urinarias y vaginales recurrentes. Tampoco la seques con una toalla especial para la vulva, que, aunque puedas lavar a mano, acumulará microorganismos que se descompondrán con los días y será nocivo para la salud de tu vulva. Por si no te has leído el artículo “La Lavadora: Enemigo #1 de la salud íntima” haz clic aquí.
- Usa una servilleta 4 hojas y absorbente. ¿Por qué estas especificaciones? Por si no lo has notado, el papel higiénico ante el exceso de humedad se deshace y deja grumos que pueden convertirse en focos de hongos y bacterias a lo largo del día, pasa igual con los pañitos secos.
- Seca todos los pliegues de los labios externos e internos, el perineo, por último el ano y bota la servilleta. Asegúrate de no dejar humedad alguna.
Vulvicare:
Si ya seguiste los pasos adicionales le estás regalando salud, bienestar y protección a tu zona íntima y si además estás interesada en complementar tu vulvicare, estos son los consejos:
- Mantén en la cartera un panty de recambio, para que no utilices protectores diarios por lo nocivos que son, para conocer los motivos de su peligro en la zona íntima ve al HOME en la sección Preguntas y Respuestas Frecuentes sobre la salud íntima
- Sería ideal finalizar el vulvicare con un humectante, especialmente si ya iniciaste una vida sexual activa, para mantener la salud del manto ácido de la piel, su elasticidad y prevenir pequeñas heridas. Conoce todos los beneficios del Humectante Venus Lab haciendo clic aquí.
- Para el día a día usa únicamente ropa interior de algodón y en colores claros. Si hay una mancha en la ropa interior esto indica que hay carga microbiológica todavía presente en ella, alojando hongos, gérmenes, microbios, bacterias y microorganismos malignos para la salud y bienestar de tu zona íntima.
Es por esto que se recomienda usar prendas de colores claros en el día a día, para garantizar que puedas identificar cuándo es hora de cambiarlos durante el día, cuando es hora de hacerles un proceso de desmanchado, desinfección y cuándo es hora de reemplazarlos.
Para conocer todos los beneficios de usar ropa interior en algodón lee nuestro artículo: “Todo lo que debo saber sobre la ropa interior en algodón: Por qué, Dónde, Cuánto, Cuáles son”
Si pudiera resumir un vulvicare, giraría en torno a 2 cosas:
- Mantener toda la actitud y modo “prevención”.
- Aprendiendo a detectar las molestias.
Cómo logro estos 2 puntos:
- Sensibilizándote y aprendiendo, una buena manera de comenzar es leer todos los artículos del HOME de nuestro e-commerce y todos los artículos de nuestro Blog AMAVÚ.
- Con estas lecturas podrás:
- Explorar con confianza y frecuencia tu vulva y tu vagina
- Usar productos que cuiden el balance de la vulva y la vagina
- Evitar y prevenir pequeñas heridas en la vulva o la vagina
- Cuidar el tipo de material con el que la vulva está expuesta
- Nutrir la microbiota vaginal, los lactobacilos (bacterias benéficas) y el vestíbulo con prebióticos y probióticos
- Hidratar la vulva.
- Hidratar la vagina de ser necesario frente a una condición especial como cáncer y menopausia.